El ámbito urbano, a la hora de conducir supone un alto riesgo para nuestra seguridad vial. La mezcla de malos hábitos con el desconocimiento o olvido de las normas de circulación hace que en muchas ocasiones, lo que se pudo evitar, se convierta en accidente.
El hábito de conducir requiere concentración y conocimiento por ello te mostramos los consejos a seguir para ser un conductor ejemplar:
- Paciencia al volante: conducir con estrés es un factor determinante para desencadenar o sufrir un accidente, de hecho es la cuarta causa de accidentes. ¡Al volante, respira hondo!
- Adapta tu velocidad a la vía: respeta la distancia de seguridad. Recuerda, tiempo de reacción más distancia de frenado.
- Respeta el límite de velocidad: tan peligroso es el exceso de velocidad como el exceso. Respeta las normas de circulación, no participas en un gran premio.
- Intermitentes: esa herramienta tan importante que se encuentra olvidada y en ocasiones, no se sabe utilizar. Utilízala para advertir tus giros.
- Objetos: vigila los objetos sueltos dentro del coche para que no molesten ni generen distracciones o molestias al conducir.
- Relájate: con el semáforo en ámbar, detente. Si no lo recuerdas, nosotros te despejamos la memoria, semáforo en ámbar = precaución, detención.
- Prevención: anticípate antes ante imprevistos de la circulación, frenazos, peatones no vistos, niños…
- Motocicletas: las motos son un compañero más en la calzada, respétales. Ante un accidente, ellos son más vulnerables que tu que viajas en un habitáculo cerrado.
- Deslumbramiento: al amanecer y al ocaso el sol se encuentra bajo. Lleva siempre gafas de sol para evitar deslumbramientos o frenazos imprevistos.
- Rotondas: ese gran desconocido, utiliza el carril de la derecha para entrar y salir y los interiores para adelantar o facilitar nuevas maniobras. Haz uso de los intermitentes en ellas y conduce con cabeza y normalidad.
Al volante paciencia, previsión y sentido común.
*Vía Autopista.